jueves, 30 de abril de 2020

Bitácora 2 de mi nuevo libro


1.
Hace tiempo, cuando comentaba sobre publicar mi nuevo libro ante mis amistades, “alguien” me dijo: “es muy fácil, vas a una publicaturía y te lo sacan” (textual). ¿Qué es una publicaturía?... me quedó claro a qué se refería, pero también entendí que desconocía por completo el tema editorial.

2.
Si se desea editar un libro está claro que hay opciones, una de ellas es hacerlo con una publicaturía, esto es: se imprime en una de las tantas imprentas que abundan desde siempre en méxico, en el mal llamado Centro Histórico, y se vende de mano en mano.

Claro, las consecuencias son obvias: la portada y contraportada la hago yo, también la revisión orto-tipográfica y corrección de estilo, la calidad de impresión, la difusión y la presentación ante la sociedad es mi responsabilidad. Hay otras opciones, donde las actividades no cambian, pero incluye a las librerías “Gandhi” y El sótano”: ellos lo imprimen tal cual se les entregue, y la venta, de nuevo, es mi problema.

En este esquema sólo agregaría un factor: el dinero, claro, porque en méxico todo se arregla con plata, con unas monedas extra nada ni nadie te genera obstáculos, todo está en los tiempos acordados, pero sobre todo, podrás andar en la calle, con tu paquete de libros bajo el brazo, sin que te importune la ley.

3.
Hay alternativas confiables para evitar esas dificultades (aunque por desgracia con esta cualidad son pocas), opciones, que para bien o para mal, no cualquiera accede si no se realiza el esfuerzo de buscar y reflexionar antes de tomar una decisión, pues se corre el riesgo de caer en las garras de un editor lenonino que hará todo por exprimirte hasta el último peso de tu cartera… y finalmente NO te publicará.

Así, mientras encontraba una opción atractiva, expandía mi búsqueda en internet y confirmaba que las promesas nada tenían que ver con la realidad, misma que daba para escribir un buen libro de terror:  no caí en el juego de fraudes, mentiras, robos ni chantajes. Y salvo la curiosa anécdota publicada hace un año en este blog, https://basurerodealmas.blogspot.com/2019/03/entrevista-con-una-agente-literario.html, todo fue investigar y desechar.

Una tarde, buscando en San Google con el trillado “publica tu libro”, una voz de ultratumba me dijo al oído: “indaga agente literario”. Y sí, tal cual, lo escribí en la casilla de búsqueda y la respuesta que me dio fue en 0.70 segundos: Eva Fraile Rodríguez, conocida también como “La reina lectora”.

En cuanto vi su nombre supe que era la indicada para encomendarle la publicación y difusión de mi libro, y tras leer los comentarios que abundan en la web sobre su profesionalismo, en todos los aspectos, me quedó claro que ese era mi día de suerte.

Había un detalle: ella vive en España y yo en méxico, pero decidí que el mar atlántico no debería ser inconveniente, le escribí un mail, le planteé mi caso y ella me confirmó que la distancia no era problema. Pero como sucede en la vida, cuando creemos tener control sobre algo, surgieron contrariedades: la muerte de mi padre, que me llevó a pedirle hiciéramos una pausa.

Al retomar mi proyecto, tras el riguroso luto, parecía que nos habíamos escrito el último mail un par de días antes. Recibió mi borrador, lo reviso, le gustó, propuso varias acciones y lo que más me agradó: reconoció que mi libro era publicable, y lo digo no por el ego, sino por el profesionalismo y honestidad con los que asume su trabajo.

4.
Eva se presenta como “psicóloga, agente literario, asesora editorial y experta en posicionamiento de escritores a través de proyectos creativos”. También es “redactora en revistas como Sal & Roca, RSC, Culturamas, Canal-Literatura, Diario Siglo XXI, Íkaro, Moon Magazine y Top Cultural”. Cuenta con una interesante web literaria llamada “La reina lectora”, publicó su primera novela, “Proyecto Crysser”… aah, y es asesora de “Editorial Planeta”.

Mi agente editorial, la llamaré ya así, me compartió algunas cuestiones personales que nos acercan espiritualmente, pero lo principal es que conoce el medio literario, me dio recomendaciones sobre la estructura de mi libro, me ayudó a definir el título (de entre los dos en los que me debatía) y se encargó de la corrección orto-tipográfica. También me ha asesorado y solventado los problemas para organizar los aspectos técnicos y financieros que permitirán la mejor manera de difundir el libro vía web: en formato físico y electrónico.

Y quizá algo fundamental: Eva me ha convencido, con válidos argumentos, de publicar mi libro en estos tiempos infames de COVID19 (algo que, debo reconocer, había contemplado cancelar), en donde con su ingenio, sacándole provecho a las redes sociales, superará la falta de oportunidad de promocionarlo en las tradicionales "presentaciones de libros" en auditorios, las cuales ya me fueron canceladas por obvias y mexicanas razones.

5.
“La reina lectora” proporciona a su vez servicios de maquetación, diseño e ilustración, responsabilidad del excelente artista Javier Arroyo Calatrava, quien además de contar con una impresionante capacidad de abstracción para extraer (sic) la esencia de los libros, y plasmarla en una excelente portada, agregó un valor visual al interior que impactará positivamente durante la lectura de mi libro.

continuará

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